Te recomendamos visitar Bilbao en un día para descubrir un referente turístico donde se fusionan tradición y modernidad. Esta cosmopolita ciudad ha dejado atrás su pasado industrial para convertirse en un destino turístico de primer nivel. Destaca por el famoso Museo Guggenheim, su casco viejo y su exquisita gastronomía, especialmente los pintxos. Aquí te ofrecemos una guía detallada para disfrutar de una experiencia inolvidable,
Los 17 lugares imprescindibles que visitar en Bilbao
1. Museo Guggenheim Bilbao
El Museo Guggenheim de Bilbao, diseñado por el renombrado arquitecto Frank Gehry e inaugurado en 1997, se ha convertido en uno de los principales atractivos de la ciudad. Ubicado a orillas de la ría de Bilbao, este museo de arte contemporáneo es reconocido tanto por su impresionante arquitectura como por su colección de arte moderno. Su estructura de formas curvilíneas recubiertas de piedra caliza, cristal y titanio cambia de tonalidad según la luz del día, ofreciendo un espectáculo visual que fascina a los visitantes. El museo alberga importantes muestras de arte moderno y organiza exposiciones temporales que atraen a más de un millón de personas al año, situando a Bilbao en una posición destacada en el panorama cultural mundial.
Antes de entrar, se recomienda admirar el Museo Guggenheim desde la otra orilla de la ría y desde el Puente La Salve. Entre las esculturas exteriores destacan Puppy, un enorme cachorro de perro cubierto de flores frescas diseñado por Jeff Koons, y Mamá, una araña de 9 metros de altura con varios huevos en su vientre, obra de Louise Bourgeois. Dentro del museo, no te pierdas las esculturas de Richard Serra, cuyas moles de hierro elípticas son verdaderamente impresionantes. Se recomienda reservar una visita guiada con un experto en arte y comprar las entradas con antelación para evitar colas. El horario de visita es de martes a domingo, de 10h a 20h.
2. Paseo Uribitarte
Se extiende a lo largo del margen izquierdo de la ría de Bilbao, comenzando en el puente del Ayuntamiento y finalizando en el Museo Guggenheim, justo al inicio del muelle Campa de los Ingleses y la avenida Abandoibarra, bajo el puente de La Salve. Este paseo consta de doble acera peatonal, un carril bici, un carril para el tráfico y una zona central reservada para el tranvía de Bilbao, conectando con el paseo Campo de Volantín de la margen derecha a través del emblemático puente Zubizuri, diseñado por Santiago Calatrava.
A lo largo de este recorrido ajardinado se pueden encontrar diversas esculturas, entre las cuales destaca el grupo escultórico ‘Las sirgueras’, de la artista Dora Salazar. Compuesto por cuatro estatuas, esta obra es una reivindicación de la importancia del trabajo de las mujeres y del camino hacia la igualdad, homenajeando a las sirgueras que remolcaban embarcaciones a lo largo de la ría con la única ayuda de una cuerda y su propia fuerza.
Otro punto destacado del paseo es el mural ‘Giltza bat’, realizado por Verónica y Christina Werckmeister en 2007. Ubicado en el interior del Puente de La Salve, este mural es una reflexión sobre la paz y la libertad de expresión, representando a dos mujeres y una llave, y añadiendo un componente artístico y reflexivo al entorno del paseo de Uribitarte.
3. Iglesia de San Nicolás
Ubicada en el centro de Bilbao frente al parque Areatza, tiene una historia rica y significativa. Originalmente construida como una ermita en el siglo XV por pescadores, la iglesia actual fue erigida en 1756 tras una devastadora inundación. A lo largo de los años, ha sido cerrada y utilizada para diversos fines durante conflictos como la guerra de la independencia y las guerras carlistas. Su diseño barroco presenta una planta de cruz griega, una cúpula en forma de prisma ochavado y una fachada austera influenciada por las iglesias jesuíticas romanas, con dos torres flanqueando la entrada principal.
El interior de la iglesia destaca por sus cinco retablos de estilo Barroco-Rococó, realizados en madera de nogal por el escultor de la corte, Juan Pascual de Mena, con figuras como San Nicolás de Bari, San Lorenzo y Cristo crucificado. Estos retablos, restaurados entre 2007 y 2011, están en excelente estado de conservación. La iglesia también tiene un significado histórico, ya que fue el lugar donde las Juntas Generales de Vizcaya firmaron la Constitución Liberal de Cádiz en 1812, reafirmando su importancia en la historia de Bilbao.
4. Teatro Arriaga
El Teatro Arriaga, una joya de las artes escénicas de Bilbao, lleva el nombre del célebre compositor bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga, conocido como el "Mozart español". Con una capacidad para 1.200 personas, este teatro centenario se ha consolidado como uno de los grandes coliseos de ópera, danza y teatro de Europa. Su impresionante fachada neobarroca de finales del siglo XIX, ubicada en la Plaza del Arenal, es considerada una de las más bellas de España. Además de su variada programación de espectáculos, ofrece visitas guiadas los sábados y domingos de 11h a 13h para explorar su rica historia y magníficos interiores.
Para conocer más curiosidades y leyendas del Teatro Arriaga, como un asesinato sin resolver, se puede reservar un free tour de misterios y leyendas que incluye este emblemático edificio. El Teatro Arriaga no solo destaca por su programación y arquitectura, sino también por las historias y secretos que alberga, haciendo de él una parada imprescindible en cualquier visita a Bilbao.
5. Plaza Nueva
Situada en el corazón del casco antiguo de Bilbao, es un claro ejemplo de arquitectura neoclásica construida en el siglo XIX. Con sus 64 arcos porticados, la plaza alberga numerosos bares y restaurantes que ofrecen la rica cocina tradicional vasca, incluidos los famosos pintxos y el vino txakoli. Es uno de los grandes puntos de encuentro de la ciudad, especialmente animada durante la hora del aperitivo. Los domingos, la plaza se transforma con un mercadillo dominical donde se pueden encontrar antigüedades, monedas, libros y otros objetos interesantes.
La Plaza Nueva es un imprescindible para cualquier turista que busque lugares que visitar en Bilbao, no solo es un centro neurálgico para la vida social y gastronómica, sino también uno de los sitios más bellos y concurridos de la ciudad. Entre los mejores bares de pintxos destacan el Cafe Bar Bilbao, Charly, Sorginzulo, Gure Toki y La Olla, con especialidades como pintxos de bacalao al pil pil, queso idiazabal y pulpo. Disfrutar de la plaza por la mañana con un vermut o por la noche durante la ruta de los bares de pintxos es una de las mejores experiencias que Bilbao tiene para ofrecer.
6. Catedral de Santiago
En el corazón del casco viejo de Bilbao en la Plazuela de Santiago, es la iglesia gótica más monumental del País Vasco. Construida hace más de 600 años en honor al patrón de la ciudad, su categoría de catedral solo le fue otorgada en 1955. A pesar de que su construcción duró más de un siglo, se completó sin interrupciones, lo que le confiere un estilo arquitectónico muy uniforme. Esta catedral destaca no solo por su antigüedad, sino también por su grandeza y relevancia histórica, convirtiéndose en un punto esencial que visitar en Bilbao.
El exterior de la Catedral de Santiago es impresionante, con su alta torre y la notable Puerta del Ángel o Puerta de los Peregrinos, tradicionalmente utilizada por los peregrinos del Camino de Santiago. La catedral cuenta con tres puertas de acceso y, como peculiaridad, ofrece misas bilingües en español y euskera los domingos. Este detalle resalta su importancia cultural y religiosa en la región, atrayendo tanto a fieles como a turistas interesados en su rica historia y arquitectura gótica.
El interior de la catedral es igualmente impresionante, albergando una serie de capillas, la Girola, la Capilla Mayor, la Cripta y un pequeño claustro gótico. Estas áreas destacan por su belleza y detallado diseño, invitando a los visitantes a explorar y apreciar el arte y la arquitectura gótica en su máxima expresión. La catedral está abierta al público todos los días de 10h a 20h.
7. Palacio de Yohn (edificio La Bolsa)
Conocido también como el edificio de La Bolsa, de estilo barroco situado en el casco antiguo de Bilbao, construido en 1727. Este edificio de arenisca, con su torre gótica y su diseño de tres fachadas, es un ejemplo de la arquitectura barroca vasca. La fachada más notable es la de la calle Pelota, que cuenta con una entrada principal adornada con molduras mixtilíneas y una hornacina con la imagen de la Virgen de Begoña. La entrada de la calle Torre, más austera, presenta un balcón y un escudo de armas de cuatro familias vizcaínas.
El interior del palacio es igualmente impresionante, destacándose por su patio interior triangular y las escaleras de piedra que conectan las tres plantas del edificio. Estos elementos, junto con los miradores abalconados en cada planta, añaden un toque distintivo al espacio. Tras varios años sin uso, el edificio ha sido restaurado y ahora funciona como un centro cultural y administrativo, manteniendo su relevancia histórica mientras sirve a la comunidad de Bilbao.
8. Ruta de pintxos por el casco viejo de Bilbao (las siete calles)
Una visita a Bilbao no estaría completa sin disfrutar de una ruta de pintxos por el casco viejo de la ciudad. Los pintxos, una parte fundamental de la gastronomía del País Vasco, son pequeñas delicias que se disfrutan en numerosos bares. En el Casco Viejo, conocido por sus históricas siete calles, se encuentran algunos de los mejores lugares para degustarlos. Entre los bares más recomendados están Bacaicoa, famoso por sus chorizos del infierno en la Plaza de Unamuno; Sorginzulo, reconocido por sus pintxos de anchoa; y el Bar Charly, con su amplia variedad de pintxos. En la Plaza Nueva, Gure Toki y Urdiña destacan por sus innovadores y tradicionales pintxos, respectivamente, mientras que Con B de Bilbao, cerca de la ría, es conocido por su enorme barra de pintxos que mezcla cocina tradicional y moderna.
9. Plaza Miguel de Unamuno
En pleno casco viejo de Bilbao, es un lugar imprescindible para visitar en Bilbao. Dedicada al filósofo y escritor Miguel de Unamuno, esta animada plaza es un punto de encuentro popular, especialmente durante las tardes y noches, cuando jóvenes y locales se reúnen en sus numerosos bares y terrazas. En la plaza se encuentran dos importantes museos: el Museo Arqueológico de Bilbao y el Museo Vasco, que junto al Museo de Bellas Artes y el Marítimo, son de los más recomendados de la ciudad.
Además de su vida social y cultural, la Plaza Miguel de Unamuno es conocida por la escultura de la cabeza de Miguel de Unamuno y por ser el punto de partida de las exigentes escaleras conocidas como las Calzadas de Mallona, estas escaleras conducen a la Basílica de Begoña.
Desde 1980, la plaza lleva el nombre de Miguel de Unamuno, en honor al escritor que nació en 1864 cerca de esta misma plaza, en la casa número 16 de la Calle Ronda. La plaza, que antiguamente servía como puerta de acceso a Begoña a través de las Calzadas de Mallona, sigue siendo un lugar lleno de historia y vida. En el centro de la plaza, se encuentra una fuente dedicada a los cuatro elementos: Sua (Fuego), Lurra (Tierra), Ura (Agua) y Haizea (Aire), añadiendo un toque simbólico y visual a este espacio histórico y cultural de Bilbao.
10. Calzadas de Mallona
Las Calzadas de Mallona son una de las vías más antiguas y curiosas de Bilbao, conectando el Casco Viejo con la Basílica de Begoña. Esta histórica calzada, construida en 1745 y consolidada en 1808, fue creada para facilitar el tránsito de personas y animales de carga por la ladera del Monte Artagan. Originalmente, servía como una vía de paso esencial desde las siete calles del Casco Viejo hasta la antigua anteiglesia de Begoña, donde se encuentra la Basílica. Financiada mediante limosnas y donaciones, esta calzada se convirtió en un recorrido menos empinado y más accesible para los habitantes de la ciudad.
Hoy en día, las Calzadas de Mallona siguen siendo una importante vía de tránsito, compuesta por 323 escalones y 46 descansillos intermedios, que unen la Plaza de Unamuno con la Basílica de Begoña. A lo largo del recorrido, se pueden ver elementos históricos como una puerta con arco neoclásica, antiguos muros de piedra, y un monumento a los soldados caídos en las Guerras Carlistas. Además, las Calzadas incluyen un Vía Crucis actualizado en 1950, añadiendo un toque de espiritualidad al trayecto. Al final de las Calzadas de Mallona, los visitantes encuentran la Basílica de Begoña, un santuario gótico manierista, y el Parque Etxebarria, el parque más grande de Bilbao, conocido por su impresionante chimenea de ladrillo y su papel central durante las festividades de Aste Nagusia. Desde este punto elevado, las vistas panorámicas sobre Bilbao son impresionantes, ofreciendo una vista única de la ría y una mezcla de la arquitectura antigua y moderna de la ciudad.
11. Basílica de Nuestra Señora de Begoña
Conocida como la "amatxu de Begoña", es un lugar emblemático que visitar en Bilbao. Para llegar a esta hermosa basílica, se pueden subir los 323 escalones de las Calzadas de Mallona desde la Plaza de Unamuno o utilizar el ascensor en la calle de la Esperanza. Construida a principios del siglo XVI en el lugar donde, según la tradición, se apareció la Virgen, la basílica es un magnífico ejemplo de estilo gótico tardío con elementos renacentistas. Su retablo, de estilo isabelino, está presidido por una talla gótica de madera policromada de la Virgen de Begoña.
La Basílica de Begoña fue diseñada por Sancho Martínez de Arego y ha sufrido varias modificaciones a lo largo de los siglos. La portada principal, un ejemplar renacentista en arco de triunfo, es una de sus características más destacadas. Durante la primera Guerra Carlista, el retablo barroco original fue destruido y reemplazado por el actual retablo isabelino. El campanario, añadido a principios del siglo XX, completa la estructura de este importante templo religioso. Cada 11 de octubre, la Basílica de Begoña se convierte en el centro de una animada romería en honor a la Virgen de Begoña, la patrona de Bizkaia.
12. Parque Etxebarría
Una de las mayores zonas verdes de Bilbao, ubicado junto al Casco Viejo en el distrito de Begoña. Este extenso parque de 170.000 metros cuadrados fue inaugurado en 1990 tras la reconversión industrial de la ciudad, ocupando el terreno de la antigua fundición de acero Aceros Echevarría, cerrada en 1982. La chimenea de 25 metros de altura, construida en 1943 y visible desde varios puntos de la ciudad, es un vestigio del pasado industrial del lugar y un elemento característico del parque.
El parque ofrece unas excelentes vistas panorámicas de Bilbao, incluyendo el Casco Viejo, el Teatro Arriaga y la Ría de Bilbao, así como las torres de Isozaki y la torre de Iberdrola. Este espacio es ideal para paseos, ciclismo, y cuenta con instalaciones deportivas, zonas de ocio infantil y una senda botánica. Durante la Semana Grande de Bilbao, el Parque Etxebarria se transforma en el epicentro de las festividades, con barracas, fuegos artificiales, churrerías, juegos de azar y una noria gigante que ofrece una perspectiva única de la ciudad.
Además de ser un lugar de esparcimiento diario, el parque alberga eventos especiales como el Mercado de la Magia y la Brujería en junio, que dura tres días y ofrece actividades diversas como talleres, espectáculos de fuego y música en vivo. Para aquellos que buscan un lugar para relajarse, el parque cuenta con tumbonas desde el verano de 2019. El acceso al Parque Etxebarria es fácil gracias a su cercanía al Casco Viejo y la disponibilidad de transporte público, incluyendo el metro, autobuses y trenes.
13. Mercado de la Ribera
En la orilla derecha del Nervión, el Mercado de la Ribera es uno de los puntos más emblemáticos que visitar en Bilbao. Reconocido en 1990 por Guinness como el Mercado Municipal de Abastos más completo del mundo, se encuentra en el histórico enclave de la desaparecida Plaza Vieja de Bilbao. Este mercado, construido en 1929 en estilo racionalista y Art Decó por Pedro Ispizua, ocupa un lugar central en la vida diaria de los bilbaínos y ofrece una amplia variedad de productos frescos y locales. Sus tres plantas albergan cerca de 180 comercios, con la planta baja dedicada a pescaderías, la primera planta a carnicerías y la segunda a frutas y verduras, manteniendo así la esencia de un mercado de barrio.
El Mercado de la Ribera no solo es un lugar para hacer compras, sino también un espacio gastronómico dinámico. Desde 2015, el mercado cuenta con una zona de gastrobares que ofrecen diversas propuestas culinarias. Entre ellos se destacan La Bodeguilla, con sus Gildas, y locales como Torti-Ya, Zubiburu e Ibérico by Gu 2, que ofrecen pintxos clásicos, croquetas y jamón ibérico. Además, Brasserie la Ribera y Amua by Zarate se especializan en carnes a la plancha y mariscos, respectivamente, mientras que Mister Wok ofrece una opción de cocina asiática. Esta variedad convierte al mercado en un destino culinario imprescindible para locales y turistas.
El Mercado de la Ribera también ofrece un atractivo cultural con su Café-bar La Ribera, ubicado en la planta baja y equipado con una terraza con vistas a la ría. Este espacio cuenta con un comedor, una zona de bar, un espacio de lectura y un escenario que acoge diariamente grupos de jazz, creando un ambiente perfecto para disfrutar de la gastronomía y la música.
14. Iglesia de San Antón
La Iglesia de San Antón, también conocida como San Antonio Abad, es un emblema histórico y arquitectónico de Bilbao, formando parte del escudo de la villa junto con el puente del mismo nombre. Construida en el siglo XV sobre las ruinas del antiguo Alcázar de la ciudad, esta iglesia gótica se caracteriza por sus tres naves de cuatro tramos y un ábside recto. A lo largo de los siglos, se han añadido diversas capillas en el lado opuesto a la ría. Aunque la portada principal y el campanario no son de estilo gótico, la portada es un notable ejemplo renacentista, mientras que el campanario, añadido en el siglo XVIII, es de estilo barroco.
La Iglesia de San Antón ha sido testigo de numerosos eventos históricos y desastres naturales, lo que ha resultado en la pérdida de gran parte de su patrimonio mobiliario. Sin embargo, aún conserva algunas piezas de interés, como el retablo plateresco de la Piedad y varias esculturas importantes. El templo ha desempeñado un papel central en la vida de la ciudad, estando ubicado junto al mercado, el Ayuntamiento, el Consulado y el puente sobre la ría, facilitando el acceso y las comunicaciones en Bilbao. Este entorno lo convirtió en un punto neurálgico para el comercio y la vida social desde sus primeros días.
15. Calle López de Haro y Plaza Moyúa
La Gran Vía de Don Diego López de Haro, comúnmente conocida como Gran Vía, es una de las principales arterias de Bilbao y el centro comercial y financiero de la ciudad. Con una anchura de 50 metros y una longitud de 1,5 kilómetros, esta calle comienza en la plaza Circular y se extiende hasta la plaza del Sagrado Corazón de Jesús. A lo largo de su recorrido, la Gran Vía alberga numerosos comercios, instituciones públicas y entidades bancarias, consolidándose como el corazón económico de la capital vizcaína.
A mitad de camino, aproximadamente a 800 metros de la plaza Circular y 600 metros de la plaza del Sagrado Corazón, se encuentra la plaza de Federico Moyúa, también conocida como plaza Elíptica. Esta plaza es el centro neurálgico del ensanche de Bilbao y está dedicada a Federico Moyúa, quien fue alcalde de la ciudad en dos periodos distintos. La plaza Moyúa no solo es un punto de referencia central en la ciudad, sino también un espacio verde y de descanso rodeado por importantes edificios.
Entre los edificios notables a lo largo de la Gran Vía se encuentran la Torre Bizkaia en la plaza Circular, el edificio de El Corte Inglés, el edificio Radisson (o Santander), el edificio del Banco de España, el edificio BBVA (antiguo Banco de Comercio), el Palacio de la Diputación Foral de Vizcaya y el edificio central de Kutxabank. Estos edificios no solo aportan importancia comercial y financiera a la zona, sino que también representan la evolución arquitectónica y la historia urbana de Bilbao. La combinación de estos elementos hace que la Gran Vía y la plaza Moyúa sean paradas imprescindibles que visitar en Bilbao para cualquier visitante que desee adentrarse en la vida y la arquitectura de la ciudad.
16. Parque de Doña Casilda Iturrizar
Ubicado junto a la plaza del Sagrado Corazón de Jesús, es el principal pulmón verde de Bilbao y un lugar ideal para relajarse durante una visita turística a la ciudad. Construido en 1907 y de estilo romántico, el parque abarca más de ocho hectáreas, alberga diversas especies de cisnes y patos, y cuenta con más de 1.500 especies vegetales y árboles. Conocido también como el “parque de los Patos”, ofrece varias atracciones, como ‘La Pérgola’ con un lago y una fuente con espectáculos de luz y agua, canchas deportivas y un gran parque infantil.
Este parque se destaca por su jardín de estilo inglés, proporcionando una gran zona de paseo y descanso. Además, en su recinto se encuentra el Museo de Bellas Artes de Bilbao, uno de los más importantes de España, que alberga una colección de más de 10.000 obras de arte de maestros como Picasso, Goya, Ribera y El Greco. Esta combinación de naturaleza y cultura hace del Parque de Doña Casilda Iturrizar un lugar imprescindible para visitar en Bilbao.
17. Iglesia de San José de la Montaña
La Iglesia de San José de la Montaña, ubicada en la intersección de las calles Elcano e Iparraguirre en Bilbao, es un notable ejemplo de estilo neogótico, iniciada en 1906 y finalizada en 1918, esta iglesia fue proyectada por el arquitecto José María de Basterra, conocido por su influencia en la arquitectura religiosa de Bizkaia. La construcción del templo se debió a la iniciativa de la orden religiosa de los Agustinos, quienes regresaron a la ciudad tras su expulsión en 1833. La iglesia se erige en un solar estratégico frente a la plaza homónima, gracias a la donación y financiamiento de José Rufino Olaso y su esposa Florencia de Sopelana.
El diseño de Basterra para la iglesia destaca por su brillante escenografía y fuerte tensión vertical, características del neomedievalismo. La estructura presenta un volumen que aprovecha la forma triangular del solar, con una torre en primer término, el buque del templo en horizontal, y un crucero que equilibra la composición. El interior, articulado en planta de cruz latina, sorprende por su ambientación neogótica, realzada por grandes vidrieras de la casa Maumejean, que inundan el espacio de luz. La iglesia de San José de la Montaña no solo es un importante hito arquitectónico, sino también un testimonio de la historia y evolución urbanística de Bilbao.