Qué ver en Santillana del Mar en 1 día
Santillana del Mar, declarada Conjunto Histórico Artístico en 1943, es un destino imprescindible en Cantabria. Esta villa medieval, famosa por la cueva de Altamira, destaca por su patrimonio arquitectónico, con la Colegiata de Santa Juliana y la Torre de Don Borja. Sus plazas, como la plaza de las Arenas y la plaza del Mercado, junto a sus casas palaciegas, hacen de Santillana del Mar un lugar único. Además, ofrece una variada oferta cultural y hostelera, siendo uno de los Pueblos Más Bonitos de España. Comenzamos nuestra visita desde la Oficina Turismo de Santillana Del Mar (calle Jesús Otero, 20). Aquí está nuestro itinerario para visitar Santillana del Mar en 1 día.
1. Torre de Los Velarde
La Torre de los Velarde, situada entre la calle del Cantón y la calle Carrera en el casco histórico de Santillana del Mar, es una casa-palacio fortificada de estilo gótico que data de mediados del siglo XV. Construida por García de Velarde, esta torre ha experimentado importantes reformas, especialmente a principios del siglo XVII, cuando se eliminó uno de sus pisos originales y se modificaron los vanos.
A pesar de estar en el centro urbano, la torre se encuentra en mal estado. Su estructura en forma de escuadra incluye tres alturas, aunque se cree que originalmente tenía más. La fachada principal presenta dos puertas en arco de medio punto, una de ellas tapiada, y dos vanos conopiales en el piso superior. La fachada posterior también tiene dos puertas, una de estilo gótico, oculta en la actualidad por una adición del siglo XVII. A pesar de las transformaciones, la Torre de los Velarde sigue siendo un ejemplo de la arquitectura gótica en Santillana del Mar.
2. Museo de la Tortura
Situado en la calle Bertrand Clisson, 1, un museo único que ofrece una visión inquietante de la historia europea desde la Edad Media hasta la Época Industrial. Este museo privado alberga más de un centenar de instrumentos de tortura y ejecución, originales y reconstruidos, que datan del siglo XV al XIX. La colección fue donada por una fuente privada y refleja la extensa historia de la Inquisición en España. Considerado uno de los museos más raros de España, se divide en varias secciones distribuidas a lo largo de varias plantas: castigo ejemplarizante y humillación pública, castigo físico y tortura de reos, instrumentos de ejecución, y aparatos diseñados específicamente para torturar a mujeres. Cada pieza se presenta con ilustraciones históricas y descripciones detalladas sobre su uso, el tipo de delito al que se aplicaba, y el contexto histórico y geográfico de su empleo.
La visita al Museo de la Tortura dura aproximadamente de 30 a 40 minutos, ofreciendo una experiencia educativa y reflexiva sobre un aspecto sombrío de la historia humana. El precio de la entrada general es de 5€, con tarifas reducidas de 3€ para niños de 8 a 14 años, mayores de 65 años y grupos, previa consulta. La entrada es gratuita para niños menores de 8 años, previa aprobación y supervisión de su acompañante.
3. Casa de Los Hombrones
También conocida como la Casa de los Villa, es una notable edificación barroca situada al final de la calle del Cantón. Construida entre los siglos XV y XVI, esta casa de planta rectangular destaca por su imponente fachada de piedra de sillería y su elegante diseño arquitectónico tradicional montañés.
La fachada principal, orientada hacia la calle del Cantón, presenta un soportal con cuatro arcos rebajados que protegen las dos puertas de acceso, una de ellas en arco apuntado. Una imposta sencilla separa las dos alturas del edificio, donde se encuentran tres ventanas adinteladas y un gran escudo con las armas de los Villa, sostenido por dos soldados con bigote conocidos como "los Hombrones". Este escudo lleva la inscripción "UN BUEN MORIR ES ONRA DE LA VIDA".
4. Calles con encanto e historia de Santillana del Mar
Imagina pasear por un pueblo que parece detenido en el tiempo, donde cada rincón cuenta historias centenarias. Así es Santillana del Mar, declarado por National Geographic como el pueblo más bonito de España. Las calles empedradas son como un libro abierto de historia. En verano, el calor se mitiga con las fuentes repartidas por el casco histórico, testigos de la vida diaria desde el siglo XVI. La Plaza Mayor, o Plaza del Mercado, es el corazón del pueblo, un lugar pintoresco donde el tiempo parece haberse detenido. Te sugerimos dos recorridos: uno por la Santillana medieval y otro por la renacentista y barroca. Ambos llevan a pasear las calles como la del Rey (ahora calle del Río, Cantón y Carrera) y la de Juan Infante, que desemboca en la Plaza Mayor.
Después de la Plaza Mayor, pasea por las calles más encantadoras como la de los Hornos, Racial y Carrera. Esta última destaca por la Torre de los Velarde, la Casa de los Quevedo y el lavadero del pueblo, con vistas increíbles de la Colegiata de Santa Juliana.
En el recorrido, encontrarás tiendas con productos típicos como sobaos y anchoas, y tiendas de souvenirs. No te pierdas una parada en el Pasaje de los Nobles, uno de los mejores restaurantes de Santillana del Mar. Otros recomendados son el Bisonte Rojo y el Gran Duque, donde se recomienda reservar con antelación.
5. Claustro y Colegiata de Santa Juliana
La Colegiata de Santa Juliana, una de las joyas del románico español, fue construida a principios del siglo XII. Este impresionante templo no solo dio origen al nombre de Santillana del Mar, sino que también se ha convertido en uno de sus principales atractivos turísticos. La iglesia románica y su claustro son imperdibles que visitar en Santillana del Mar.
Originalmente, un grupo de monjes fundó el monasterio de Santa Juliana para contribuir a la repoblación de la zona y para albergar las reliquias de la mártir Juliana. La aldea que se formó alrededor del monasterio tomó el nombre de “Sancta Juliana”, que evolucionó a la actual Santillana del Mar.
El claustro, situado en la fachada norte de la colegiata, es especialmente famoso por sus 42 capiteles decorados con motivos florales, geométricos y figurados, típicos de la iconografía románica. Estos capiteles adornan los arcos sobre dobles columnas y pilares de cuatro columnas que dividen los temas representados, incluyendo escenas del Antiguo y Nuevo Testamento.
El interior de la iglesia destaca por su retablo mayor, una obra del gótico flamígero y plateresco, y el sepulcro de Santa Juliana. Además, alberga una reliquia del Lignum Crucis, donada por el abad de Santo Toribio en el siglo XV, permitiendo a los peregrinos adorar esta reliquia sin desviarse hacia Santo Toribio.
Horario de visita: de martes a domingo de 10h a 13h y de 16h a 19h; cierra una hora antes en invierno.
6. Museo y fundación Jesús Otero
Situado junto a la Colegiata de Santa Juliana en el casco histórico de Santillana del Mar, alberga el legado del escultor Jesús Otero Oreña, nacido en esta villa en 1908. Inaugurado en 1994, el museo expone más de medio centenar de esculturas donadas por el artista en 1993, junto con utensilios, herramientas y dibujos utilizados en su creación.
Este espacio cultural, ubicado en el antiguo cuartel de la Guardia Civil, ofrece a los visitantes la oportunidad de admirar las obras permanentes del escultor y disfrutar de exposiciones temporales de artistas contemporáneos. Además de su colección de esculturas, el museo cuenta con una biblioteca y una sala de exposiciones.
Su encantador jardín, es el marco perfecto para apreciar las esculturas al aire libre. Además, el Punto Municipal de Información Turística-Museo Jesús Otero ofrece visitas libres y guiadas gratuitas, permitiendo a los visitantes conocer más a fondo la obra del artista, así como detalles interesantes sobre su vida y su legado.
Horario: de martes a sábado de 10:00 a 13:30 y de 16:00 a 20:00 horas (excepto los martes que abre a las 11:30 horas). En invierno, el horario de la tarde es de 16:00 a 19:30 horas.
7. Palacio de Velarde
El Palacio de Velarde, una joya renacentista del siglo XVI y un recomendable que visitar en Santillana del Mar, ofrece una experiencia turística única que combina historia, cultura y tecnología de vanguardia. Con más de 2000 m² repartidos en tres plantas, el palacio ha sido cuidadosamente restaurado y ambientado para transportar a los visitantes a través de cinco siglos de historia.
Lo que hace especial a este museo son los fantasmas del palacio, que cuentan su historia mediante efectos audiovisuales y hologramas. Las estancias del palacio están llenas de mobiliario original, documentos históricos, obras de arte y piezas de coleccionismo, creando una atmósfera envolvente y fascinante.
Los más pequeños disfrutarán especialmente de esta visita, con proyecciones audiovisuales y efectos especiales que hacen que la historia cobre vida. Los guías especializados ofrecen un recorrido detallado por las diversas estancias, destacando las piezas más importantes de la colección, mientras que la planta superior permite una visita libre para explorar a tu propio ritmo.
Además, el palacio cuenta con un precioso jardín y una tienda de productos locales, convirtiéndose en una parada obligada para quienes visitan Santillana del Mar. No te pierdas esta combinación única de historia y modernidad, donde los siglos XVI y XXI se fusionan en un espacio lleno de magia y misterio.
8. Torre de Don Borja
Ubicada en la histórica plaza del mercado de Santillana del Mar, es un imponente edificio del siglo XV que combina la majestuosidad de la arquitectura medieval y renacentista. Originalmente perteneciente a la familia Barreda, esta torre ha sido cuidadosamente restaurada para conservar su valor histórico y arquitectónico.
Al recorrer sus estancias, los visitantes se encontrarán con exposiciones que incluyen esculturas, documentos históricos, y piezas de coleccionismo que cobran vida gracias a innovadores efectos audiovisuales y hologramas. Cada rincón de la torre está lleno de mobiliario original y obras de arte que narran la rica historia del edificio y sus antiguos habitantes.
Además, la Torre de Don Borja alberga varias bibliotecas especializadas, como la Biblioteca Iberoamericana y la Biblioteca Histórica de la Infanta Paz de Borbón, que contienen valiosas colecciones literarias y artísticas. También cuenta con espacios dedicados a las editoriales del Grupo Santillana, ofreciendo una mirada profunda a la evolución literaria y educativa de España y América Latina. Para una experiencia completa, se recomienda realizar las visitas guiadas gratuitas, las cuales se pueden reservar escribiendo a contacto@torrededonborja.es o llamando al +34 699 265 469.
9. Plaza Mayor de Santillana del Mar
Al final de la Calle de Juan Infante, se abre la magnífica Plaza Mayor, uno de los lugares más encantadores de Santillana del Mar. Esta plaza de estilo medieval, también conocida como Plaza Mayor de Ramón Pelayo, es el centro neurálgico de la vida social y cultural del pueblo. Rodeada de impresionantes edificios históricos, cada uno cuenta su propia historia a través de sus fachadas y arquitecturas únicas.
Entre los edificios más destacados se encuentran las torres medievales de estilo gótico, como la Torre del Merino y la Torre de Don Borja, así como el Ayuntamiento. No puedes dejar de admirar la Casa de la Parra y la Casa del Águila, que a menudo albergan interesantes exposiciones. La Casa del Cura, con sus balcones de madera llenos de flores, es la casa señorial más fotografiada de la plaza, y un verdadero reclamo visual. Puedes disfrutar de la arquitectura tradicional, relajarte en alguna de las terrazas para degustar la gastronomía local, o simplemente observar el ir y venir de la gente. Además, la plaza acoge numerosos eventos culturales y festivales a lo largo del año, haciendo de este lugar un escenario lleno de vida y una visita imprescindible en Santillana del Mar.
10. Casas del Águila y La Parra
En plena Plaza Mayor, se encuentran la Casa del Águila y la Casa de la Parra, dos magníficos ejemplos de la arquitectura civil de los siglos XVI y XVII. Estos edificios, situados junto al Ayuntamiento y frente a la Casa de Barreda-Bracho (actual Parador Gil Blas), son propiedad del Gobierno de Cantabria y fueron rehabilitados a finales de los años ochenta para albergar exposiciones culturales.
La Casa de la Parra, la más antigua de las dos, data de principios del siglo XVI y debe su nombre a una enorme parra que adornaba su fachada principal. Esta edificación gótica se distingue por sus dos puertas de arco ojival y su pantalla de entramado de madera y ladrillo. Junto a ella, la Casa del Águila, construida a mediados del siglo XVII, presenta un imponente escudo de la familia Estrada Tagle en su fachada principal, así como soportales con dos arcadas de medio punto y una solana que recorre el ancho del piso superior. Actualmente, estas casas albergan diversas exposiciones temporales organizadas por la Consejería de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Cantabria.