Seguramente te preguntas cuáles son las mejores Semanas Santas de España, las más impresionantes y majestuosas, aquellas en las que merece la pena invertir tus vacaciones. En el imaginario popular se alojan, sin duda, las de Sevilla, Zamora, Valladolid o Cáceres. Pero hay una, no tan sonada, que merece brillar entre las más emocionantes de todas: la Semana Santa de Tordesillas.
Por su solemnidad y belleza, vivirla constituye una experiencia intensa y memorable. A menos de dos horas en coche desde Madrid y a apenas 50 minutos en tren nos espera el encanto de esta villa castellana, donde durante estos días tan especiales se funden la fe, la historia y la cultura.

UN VIAJE EN EL TIEMPO
Tordesillas, con su casco antiguo declarado Conjunto Histórico Artístico y su estratégica ubicación en el corazón de Castilla y León, es mucho más que un nombre en los libros de historia. Es el lugar donde se firmó el famoso Tratado de Tordesillas en 1494 y donde la reina Juana I de Castilla, “Juana la Loca”, vivió recluida durante casi medio siglo, cuando la localidad era la capital del reino. Pasear por sus calles es como viajar atrás en el tiempo, y durante la Semana Santa, esa sensación se multiplica.
Este año 2025, además, la celebración adquiere un aire propio, puesto que se conmemora el 50º aniversario de la Junta de Semana Santa de Tordesillas, que desde 1975 se ha encargado de mantener viva esta tradición con un mimo y una dedicación admirables. Gracias a su labor, esta festividad fue declarada de Interés Turístico Regional en 1996 y ahora aspira a convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional. Y créeme, lo merece.

ENTRE EL ARTE Y LA FE
La Semana Santa de Tordesillas, tal y como la conocemos hoy, data del siglo XVI, aunque sus raíces se hunden más allá en el tiempo. Desde su inicio, las procesiones son, con toda certeza, su eje vertebrador. Nada menos que 12 recorren sus calles y plazas desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección.
La procesión del Encuentro Doloroso, en la noche del Miércoles Santo, es uno de esos momentos cuyo recuerdo permanece por siempre indeleble en la memoria. Enmarcada en la majestuosa Plaza Mayor se desarrolla a la luz de las velas, en medio de un silencio sólo roto por los pasos perfectamente sincronizados de los cofrades y la emoción, apenas contenida, de los asistentes.

El Viernes Santo brinda otra jornada inolvidable con la Procesión de la Pasión de Cristo, donde desfilan catorce pasos acompañados de sus respectivas cofradías. Cada uno de ellos, una auténtica obra de arte cargada de simbolismo y devoción.

La música, coprotagonista omnipresente de las procesiones, corre a cargo de diversos grupos, entre ellos bandas de cornetas y tambores como Santo Cristo del Perdón o la Vera Cruz, la banda municipal de Tordesillas y otras formaciones musicales invitadas.

UN PATRIMONIO MONUMENTAL IMPRESIONANTE
Si disfrutas perdiéndote por vericuetos con magia, Tordesillas es tu sitio. Cada rincón rezuma historia, empezando por el impresionante Real Monasterio de Santa Clara. Este lugar, que fue un palacio real en tiempos de los reyes, es ahora un convento con toques mudéjares, fascinantes techos de madera y hasta unos antiguos baños árabes.
La Plaza Mayor es el epicentro de la vida social del pueblo, perfecta para tomar algo en una terraza mientras te imbuyes del ambiente local. Muy cerca está la iglesia de San Antolín, que además de ser una joya arquitectónica, guarda un museo con arte religioso que merece la pena conocer.
Para concluir, no te puedes perder el Museo del Tratado de Tordesillas, que guarda todo el legado del famoso acuerdo que se firmó aquí y que, en esencia, repartió el mundo entre España y Portugal. Un lugar imprescindible para entender nuestra historia pasada… y actual.
NOS SOBRAN LOS MOTIVOS
Y como si todo esto no fuera suficiente, la programación de la Semana Santa de Tordesillas incluye conciertos de música sacra, exposiciones de arte religioso y actividades para todos los públicos.

Además, es una excusa perfecta para perderse entre los sabores de su gastronomía, con platos tradicionales que saben a hogar.

¿Hace cuánto tiempo que no pruebas unas humildes y, a la par, sublimes sopas de ajo? Pocas recetas elevan a la categoría de manjar ingredientes tan modestos como el pan, el ajo y el pimentón. No puedes perdértelas como preámbulo de un exquisito lechazo asado en horno de leña, el emblema de la gastronomía castellana, que podrás cerrar con broche de oro si de postre optas por alguno de los dulces típicos, como los amarguillos, los bollos de aceite o el dulce más estacional: las torrijas.
SI EL TIEMPO LO PERMITE
Tordesillas no es solo historia y procesiones. Si el tiempo acompaña y te apetece estirar las piernas y respirar aire puro, estás en el sitio perfecto. Puedes darte un buen paseo o montar en bici por los senderos que siguen la ribera del Duero, con paisajes que te harán sacar el móvil cada dos por tres para hacer fotos. Aunque, si buscas un plan más hedonista y te gusta el vino, estás muy cerca de Rueda, donde las bodegas te abren sus puertas con visitas y catas de esos blancos de uva verdejo de su mejor denominación de origen.

No cabe duda de que la Semana Santa en Tordesillas no es solo una manifestación religiosa, sino también un poderoso reclamo turístico y cultural. Este 2025 vivirá una edición muy especial, así que, si estás buscando una experiencia auténtica, cargada de emoción, historia y belleza, apunta Tordesillas en tu agenda para la próxima Semana Santa. Te aseguro que saldrás de allí con el corazón lleno y el alma emocionada.