Qué ver en Oviedo en 1 día
Oviedo, la capital del Principado de Asturias, es una ciudad de incalculable valor cultural y un destino imperdible para aquellos que desean descubrir la historia y la belleza del norte de España. El aeropuerto de Asturias, situado a unos kilómetros de la ciudad, sirve como puerta de entrada para visitantes nacionales e internacionales, facilitando el acceso a este enclave histórico. Con un rico patrimonio que abarca desde monumentos prerrománicos hasta iglesias góticas y plazas barrocas, Oviedo ofrece un viaje a través del tiempo. Sus calles empedradas, flanqueadas por antiguas edificaciones y modernas instalaciones, narran historias de evolución y orgullo a lo largo de los siglos.
Para una experiencia gastronómica auténtica, la calle Gascona, también conocida como “el bulevar de la sidra”, es una visita obligada. Esta calle peatonal está llena de sidrerías donde podrás degustar algunos de los platos más emblemáticos de Asturias, como la fabada asturiana, el chorizo a la sidra, el pastel de cabracho, el cachopo, o los carbayones, un dulce típico de Oviedo.
1. Monumentos prerrománicos del Monte Naranco: San Miguel de Lillo y Santa María del Naranco
Los Monumentos prerrománicos del Monte Naranco, compuestos por Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo, son joyas de la arquitectura que se ubican en la ladera sur del monte Naranco, a escasos cuatro kilómetros del centro de Oviedo. Estos templos no solo destacan por su valor arquitectónico, sino también por su importancia histórica y religiosa.
Santa María del Naranco, originalmente concebido no como una iglesia sino como el Aula Regia del conjunto palacial ordenado por el rey Ramiro I en el año 842, es un emblema del estilo artístico "ramirense" dentro del prerrománico asturiano. Este edificio formaba parte de un complejo arquitectónico que también incluía a San Miguel de Lillo, situada apenas a doscientos cincuenta metros de distancia. La transformación del Aula Regia en iglesia se produjo probablemente en el siglo XII, tras la destrucción parcial de San Miguel de Lillo, evento que motivó su conversión y su posterior registro como templo de Santa María en la crónica silense de 1150. En 1985, este templo fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Por su parte, San Miguel de Lillo, dedicada a San Miguel Arcángel y ubicada a unos cien metros de Santa María del Naranco, fue construida alrededor del año 842 por mandato del rey Ramiro I. Concebida originalmente como iglesia palatina, forma parte del mismo complejo palacial que Santa María. Al igual que su vecina, San Miguel de Lillo fue reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1985.
2. Teatro Campoamor
Desde su apertura en 1892, el Teatro Campoamor de Oviedo ha sido un baluarte cultural, destacando en la representación de zarzuela y ópera. Tras superar adversidades, como el incendio durante la Revolución de 1934, resurgió en los años 70 y se consolidó en 1986 con una gran reapertura, protagonizada por Plácido Domingo y Josefina Arregui. El teatro se transformó en un referente internacional del teatro lírico español, especialmente desde la creación del Festival de Teatro Lírico Español en 1993 y sus producciones propias desde 2006. Además, alberga la Temporada de Ópera, el Festival de Danza, ciclos de teatro y, desde 1981, la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, convirtiéndolo en un pilar de la vida cultural no solo de Oviedo, sino de todo el ámbito internacional.
3. Campo de San Francisco
Uno de los parques urbanos más emblemáticos y extensos de Asturias, ofrece un remanso de paz y belleza natural en medio de la ciudad. Este espacio verde, originalmente el huerto de un monasterio franciscano, conserva aún las ruinas de la portada de la iglesia, testimoniando su humilde origen. Delimitado por el paseo del Bombé y el paseo de los Álamos, el parque cuenta con una rica variedad de naturaleza y arbolado, que invita a disfrutar de sus encantos a cualquier hora del día y en cualquier época del año. Entre sus atractivos se encuentra un pequeño estanque de patos y cisnes, un templete de música, un palomar reconvertido en centro de operaciones de mantenimiento, y áreas de juegos infantiles que evocan la memoria de Petra y Perico, dos osos que antaño vivieron allí, añadiendo a su encanto.
El parque también rinde homenaje al humorista gráfico argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido mundialmente como Quino, quien falleció en 2020. La tristeza de su partida resonó entre millones de seguidores alrededor del mundo, especialmente en Asturias, donde Quino y su creación más famosa, Mafalda, han sido acogidos con especial cariño. Desde 2014, una estatua de Mafalda sentada en un banco del Campo de San Francisco simboliza este afecto, acompañando a la figura de Woody Allen, situada en una calle cercana desde 2003. Ambas esculturas se han convertido en icónicos puntos de referencia para los turistas que visitan Oviedo, siendo las imágenes más buscadas y fotografiadas por quienes desean capturar el espíritu cultural y artístico de la capital asturiana.
4. Edificio histórico de la Universidad de Oviedo
Emblemático Edificio Histórico situado en la Calle San Francisco, un testimonio de la herencia académica y cultural de la ciudad. Fundada en el siglo XVI por el Arzobispo Fernando de Valdés Salas, esta institución ha sobrevivido al tiempo y a la adversidad, incluyendo la casi total destrucción durante la Revolución de Octubre de 1934 y su reconstrucción. Diseñado por los arquitectos Rodrigo Gil de Hontañón y Juan del Ribero Rada, el edificio refleja la sobriedad de la arquitectura renacentista, con una fachada de piedra amarillenta y decorada con escudos y una puerta principal flanqueada por columnas dóricas. Hoy en día, alberga la Biblioteca central y sirve de espacio para diversos actos culturales, incluyendo exposiciones y charlas que mantienen vivo el espíritu intelectual de la universidad.
El Patio de Isabel II, nombrado por el busto de bronce de la reina situado en el lugar, y la Capilla de San Gregorio son partes fundamentales del entramado universitario. El Paraninfo es el aula ceremonial donde se desarrollan los actos académicos más relevantes, como la Apertura Oficial del Curso Académico, custodiando la historia de la universidad y su relevancia educativa. Además, en sus alrededores se encuentran las ruinas de la capilla de San Sebastián y el Colegio de Niñas Huérfanas Recoletas, hoy Rectorado, representando la preocupación histórica de la universidad por la inclusión social y la educación de los desfavorecidos.
5. Catedral de San Salvador
Conocida como “Sancta Ovetensis” por su rica colección de reliquias, representa un imponente ejemplo de arquitectura gótica que se remonta a la era prerrománica. Con su origen en una basílica dedicada por el rey Fruela y más tarde reconstruida por Alfonso II, la catedral fue erigida en su forma actual a finales del siglo XIV por iniciativa del obispo Guillén de Verdemonte. La edificación se extendió en los siglos posteriores bajo la influencia de maestros flamencos y arquitectos españoles, quienes contribuyeron a la construcción de la portada norte y las naves colaterales, culminando con la torre gótica y el pórtico en 1552. La capilla mayor y su retablo tardogótico son la joya de la corona, catalogados entre los más significativos retablos de su estilo en España.
El esplendor barroco también encontró su lugar en la Catedral de Oviedo. La Contrarreforma inspiró la construcción de la girola para acoger a los peregrinos, y la adición de capillas como San Ildefonso y la de los Vigiles, mostrando el rico patrimonio artístico y religioso de la época. Los arquitectos Juan de Naveda y Bernabé de Hazas jugaron roles fundamentales en la expansión barroca del complejo, que incluyó la reestructuración de espacios para albergar reliquias importantes y cumplir con las necesidades litúrgicas. Esta evolución continuó con la creación de la Capilla de Santa María del Rey Casto, que se alza sobre la ubicación de una basílica prerrománica y alberga el primer panteón real de España.
La Catedral de Oviedo ha enfrentado adversidades, especialmente daños durante la Guerra Civil, pero ha demostrado resiliencia a través de la restauración y conservación de elementos históricos como el órgano y partes del coro. Este templo no solo simboliza la fe religiosa, sino que también encarna un rico testimonio de la historia y el arte a lo largo de los siglos en España.
6. Cámara Santa (Catedral del Oviedo)
El corazón del conjunto catedralicio y su edificación más antigua, donde se custodia reliquias de incalculable valor traídas desde Tierra Santa desde la Edad Media. Es reconocida como Sancta Ovetensis, aludiendo a su riqueza en sacras memorias y su tradición como destino peregrino, subrayando el dicho que alude a la importancia de visitar 'el Salvador' en Oviedo, así como 'el criado', Santiago.
El contenido de la Cámara Santa fue un misterio hasta su apertura en el siglo XI, revelando tesoros como el Santo Sudario, considerado la reliquia más destacada. A lo largo de los siglos, se han agregado numerosas reliquias, incluyendo la Cruz de los Ángeles y la Cruz de la Victoria, emblemas respectivamente de la Catedral y el Principado de Asturias, y regalos piadosos de la monarquía asturiana. Las reliquias se han enriquecido con aportaciones significativas, como el Cristo de Nicodemo y diversas reliquias de santos y apóstoles, evidenciando el continuo crecimiento de este tesoro espiritual.
Aunque la Cámara sufrió graves daños durante la revolución de 1934, fue meticulosamente reconstruida, restaurando su integridad y continuando como un imán para los fieles y peregrinos. La tradición y la devoción que encarna la Cámara Santa se mantienen vivas, siendo una parada esencial en el Camino Primitivo a Santiago y un lugar donde las reliquias, como el Santo Sudario, siguen inspirando a los visitantes.
7. Capilla de la Balesquida
Ubicada entre la Plaza de la Catedral y la Plaza Porlier, está dedicada a la Virgen de la Esperanza y destaca por su arquitectura barroca del siglo XVII. Pequeña pero significativa, contiene una imagen gótica del siglo XIII de la Virgen con el Niño y es sede de la Cofradía de la Balesquida, fundada gracias a una donación de Velasquita Giráldez en el siglo XIII. La estructura, de una sola nave y bóveda de cañón, ha sido restaurada a lo largo de los siglos, manteniendo la integridad de su diseño histórico.
En su interior, la capilla alberga tres retablos barrocos; el retablo mayor con la Virgen de la Esperanza está acompañado por esculturas de ángeles y retablos laterales que honran a San Judas Tadeo y San Bernardo de Claraval, con esculturas y obras de arte que datan de los siglos XVII y XVIII. Además, dos cuadros del pintor ovetense Francisco Reiter y relieves barrocos enriquecen visualmente la capilla, que sigue siendo un tesoro de la herencia religiosa y cultural de la ciudad.
8. Plaza Trascorrales
Escondida en el casco histórico de Oviedo, es un rincón lleno de historia que evoca la época de las lecheras y el primer Mercado del Fontán, especializado en pescados desde 1866. Hoy transformada en una zona peatonal, alberga un edificio que sirve como centro cultural municipal y espacio para exposiciones y eventos. Destaca en ella la estatua de bronce de la lechera de Manuel Linares, un tributo a las mujeres que recorrían Oviedo vendiendo leche, acompañadas de sus burras cargadas de cubos de leche. La Plaza Trascorrales, también conocida como la Plaza de la burra, conserva el espíritu y la memoria de los oficios tradicionales, convirtiéndose en una visita imperdible para quienes desean experimentar el encanto y la historia de Oviedo.
9. Plaza del Ayuntamiento
Construido en el siglo XVII y ubicado en la Plaza de la Constitución, es un imponente edificio barroco cargado de historia y simbolismo. Destacando por su papel más allá de las funciones municipales, este edificio ha sido testigo de importantes eventos, incluida la resistencia contra la invasión napoleónica y la proclamación de Oviedo como ciudad constitucional en 1812. La plaza que lo rodea es un punto de encuentro de la vida ovetense, donde el pasado y el presente de la ciudad se encuentran. Elementos como la torre del reloj, añadida en 1940, y la estatua del león de mármol de "Tonín" enfatizan la importancia del ayuntamiento no solo como centro administrativo, sino como un guardián de los valores y la historia de Oviedo.
10. Plaza del Fontán
La Plaza del Fontán y su adyacente Mercado de El Fontán se erigen como emblemas históricos y culturales en el casco antiguo de Oviedo. Originados sobre una laguna natural desecada en 1523 para sanear la zona, este espacio ha evolucionado desde ser un punto de encuentro de nobles y comerciantes, pasando por un corral de comedias, hasta convertirse en el corazón comercial de la ciudad con su remodelación en 1792 por Francisco Pruneda. A pesar de las diversas transformaciones y el derribo parcial en 1996, la plaza fue reconstruida, manteniendo su esencia como centro de actividad social, cultural y mercantil. Hoy, la Plaza del Fontán, junto con el mercado cubierto diseñado por Javier Aguirre entre 1882 y 1885, sigue siendo un punto de encuentro vital para ovetenses y visitantes, reflejando la rica historia y la vida cotidiana de Oviedo.
11. Calle Gascona
La Calle Gascona, conocida como el "Bulevar de la Sidra", es un punto de referencia gastronómica y cultural en el corazón de Oviedo. Cercana a la Catedral y anclada en el centro histórico, esta calle destaca por sus tradicionales sidrerías donde el chuletón y el cachopo son los protagonistas de la mesa. La Gascona no es solo un destino para disfrutar de la buena comida y la sidra; es un lugar de encuentro que refleja la hospitalidad asturiana, donde el sonido de la gaita convierte cualquier sobremesa en una experiencia inolvidable. Además, su rica historia se remonta a su origen como calle comercial fuera de los muros de la ciudad, lo que la convierte en una visita obligada para entender el oviedismo en su esencia.
A lo largo del año, la Calle Gascona cobra vida con una variedad de actividades y eventos que celebran desde la tradición sidrera hasta la rica oferta gastronómica de Asturias. Entre ellos, la prueba de la sidra en primavera, el "amaguestu" de las castañas en otoño, y el mercau de la Gascuña, son solo algunos de los eventos que atraen tanto a locales como a turistas. Las jornadas del queso y los cantares de chigre añaden aún más atractivo a esta emblemática calle, consolidándola como el epicentro de la sidra y la gastronomía en la capital del Principado. Además, Oviedo es elegida Capital Española de la Gastronomía 2024.
12. Iglesia prerrománica de San Julián de los Prados
También conocida como Santullano, es una joya prerrománica del siglo IX, bajo el mandato de Alfonso II el Casto, esta iglesia es la más antigua y una de las más amplias construcciones prerrománicas que se conservan hasta hoy. Dedicada a los santos Julián y Basilisa, fue donada a la catedral de San Salvador en el año 896 por Alfonso III el Magno. Este templo de planta basilical con tres naves, crucero y tres capillas cuadradas, destaca por sus bóvedas de cañón y la riqueza de su decoración pictórica, que representa uno de los conjuntos más importantes de su época en Europa occidental. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en 1917 y Patrimonio de la Humanidad en 1998, resaltando su valor arquitectónico y artístico único. La decoración de San Julián de los Prados es especialmente notable por sus extensas pinturas murales que cubren muros y bóvedas, mostrando influencias romanas y técnicas bizantinas. Estas pinturas presentan un programa iconográfico anicónico, sin representaciones figurativas, que podría estar influenciado por la tradición anicónica española desde el concilio de Elvira en el siglo IV. El templo alberga elementos escultóricos en mármol y una ventana original que añaden a su riqueza histórica y artística.